La Era de las Mentiras : Vacunas y Redes Sociales
Os subo en este comienzo de puente una carta de una pediatra americana que he traducido para que alcance a un mayor número de personas. Suscribo cada punto y cada coma. Doy gracias a mi amigo y camarada Gabriel Ruiz (visitad su web: pediatragabiruiz.com) que ha publicado en Twitter el enlace correspondiente a la carta original en inglés.
Vacunas en la Era de noticias falsas¿Qué deberíamos hacer los pediatras? |
Claire McCarthy, Pediatra
24 de de abril de, 2017
Estamos viviendo tiempos peligrosos:
Vivimos en un momento en que la definición de "hecho" no es clara, así como la definición de "investigación" o "estudio" ; las redes sociales determinan la información que vemos y creemos, y las opiniones extremas y contradictorias* se han convertido en la norma.
Todo esto tiene implicaciones para muchos aspectos de nuestras vidas y amenazadoras consecuencias para la inmunización.
Las vacunas salvan vidas. Antes de las vacunas, enfermedades como el sarampión, la poliomielitis y la tos ferina eran comunes y a menudo mortales. Antes de la vacunación contra la tos ferina, esta enfermedad mataba a 4.000 personas por año; recientemente, en 2014-2015, solo mató a 6. La mayoría de las personas pueden comprender y creer estos datos. La mayoría de los niños en los EE.UU. están inmunizados; más del 93 por ciento de los niños que ingresan en un jardín de infancia tienen las vacunas recomendadas
Pero con solo unos pocos casos puede iniciarse un brote de enfermedades prevenibles mediante vacunación, especialmente cuando hay grupos de niños no inmunizados o inmunizados de manera insuficiente, lo que puede suceder cuando las redes sociales influyen negativa y poderosamente en las decisiones de sus usuarios.
Soy pediatra desde hace 26 años. Siempre ha habido padres que estaban nerviosos por la inmunización, pero manteniendo adecuadas conversaciones, su miedo desaparecía.
Ser médico antes importaba más; mis opiniones tenían más peso que ahora. Hoy día, la opinión de amigos y familiares, o la de un político, o la de un blogger o, realmente, cualquier persona que se autodenomine experto, son rivales de altura.
A mediados de 1980, apareció la vacuna contra el Haemophillus Influenzae y treinta años más tarde ya no vemos esta enfermedad. Debido a la eficacia de esta vacuna mis socios más jóvenes sólo conocen la meningitis por dicho germen a través de los libros de texto (y algunas de mis anécdotas). Esta es la historia recurrente de enfermedades prevenibles por vacunación.
" La lucha contra las dudas sobre vacunas en esta era de falsas informaciones y redes sociales no es tan fácil como asumir hechos y pensar que la gente nos escucha porque somos médicos. "
Mostrar a los padres estudios rigurosamente diseñados, por pares, puede ser muy útil. Ahora, hay tanta desconfianza de las agencias gubernamentales, empresas farmacéuticas y de los científicos en general que muchos padres se muestran escépticos con estos estudios. Miran en internet, buscan historias y sitios en los que creerán más que los mostrados por mí.
Recientemente tuve una larga conversación con un padre que no quería poner a su hijo la vacuna triple vírica (Sarampión-Paperas-Rubeola) debido a la película "Vaxxed ", una película de Andrew Wakefield, cuya investigación vinculaba esta vacuna con el autismo. Este trabajo fue desacreditado y eliminado por la revista en la que se publicó (y al autor se le retiró el título de médico). El padre era un profesor de la universidad.
Este es el problema: no se trata simplemente de informar o educar. La lucha contra las dudas sobre vacunas en esta era de informaciones falsas y redes sociales, no es tan fácil como asumir verdades pensando que la gente nos hará caso porque somos médicos. No se trata solo de información o educación; se trata de ganarse la confianza de nuestros pacientes y adoptar criterios válidos, algo que puede ser muy difícil de hacer al mismo tiempo.
" Tenemos que hablar cuando la gente dice cosas falsas sobre las vacunas, especialmente cuando esas personas son figuras públicas. "
Se producen situaciones conflictivas y difíciles cuando los padres están asustados. Muchas familias, que dudan de las vacunas, tienen más miedo a los efectos secundarios que al riesgo de padecer enfermedades prevenibles por la vacunación. Esto es así por un doble motivo: 1) no quieren hacer algo que pudiera tener una pequeña posibilidad de dañar a sus hijos, y 2) porque las vacunas han sido y son tan eficaces, que las enfermedades prevenibles por vacunación ya no parecen reales, y , mucho menos, peligrosas para las nuevas generaciones de padres jóvenes. Es muy importante que eduquemos a la gente acerca de las enfermedades prevenibles por vacunación y sobre lo que sucede cuando la inmunidad de grupo se rompe.
Lo primero que tenemos que hacer, sin embargo, es escuchar . En mi experiencia, cada familia "vacuno-indecisa" es diferente; cada una tiene su conjunto de influencias, creencias y preocupaciones. No podemos contrarrestarlas si no las conocemos y comprendemos bien. A veces, simplemente, leer juntos un prospecto de la vacuna, o hacer frente a una noticia en concreto, ha sido suficiente para tranquilizar a un padre. Incluso si no puedo explicarlo bien, el acto de escuchar y tratar de entender, y de ayudar a ver que me importa sobremanera la seguridad de sus hijos, puede determinar una futura conversación más fácil y eficaz. Parte de la confianza se gana escuchando y respetando; tenemos que argumentar nuestras opiniones con cuidado.
Al mismo tiempo, necesitamos extraer conclusiones: la decisión de inmunizar tiene implicaciones vitales para la salud pública; las ideas "alternativas" pueden provocar daños reales a muchas personas.
* Tenemos que tomar una posición sólida para defender la salud de los niños.
* Tenemos que hablar cuando la gente dice cosas falsas sobre las vacunas, especialmente cuando esas personas son figuras públicas.
* Tenemos que trabajar legislativamente para que los únicos niños que no estén vacunados en la escuela sean aquellos que tienen una justificación médica para ello.
* Tenemos que ser firmes con las personas que rechazan las vacunas, pero a la vez debemos tender nuestra mano.
Son retos importantes a los que todos nos debemos de enfrentar. Como pediatras, lo que se necesita ahora de nosotros es algo diferente a lo habitual, difícil, y de crucial importancia.
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* N del Traductor: se podrían denominar también opiniones "antisistema" ya que parece que ir contra los poderes establecidos, sean políticos o sanitarios, es algo deseable y necesario para evitar abusos de poder o prácticas no éticas. Está claro que llevadas al extremo y sin bases fundamentadas y razonadas, este tipo de opiniones, en el campo de la salud pública, son peligrosas además de absurdas en muchas ocasiones (sería algo similar a decir actualmente que la tierra no es redonda o que la gravedad terrestre no existe).
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