A mi bebé no le gusta la fruta, ¿añado una galletita?
La fruta es una de los grupos de alimentos mejor valorados por todos los expertos en nutrición, algo que no hace falta apenas subrayar, pues el mensaje de comer fruta y verdura como mínimo 5 veces al día ha calado hondo en nuestra sociedad (otra cosa bien distinta es que se cumpla, pero eso ya es otro tema).
Como pediatra con unos cuantos años de experiencia podría explicar muchas anécdotas sobre la introducción de la fruta en el lactante y las mil y una maneras, artimañas, rodeos, invenciones, trucos y juegos, que han ideado madres, abuelas, cuidadores y diseñadores, en el encomiable empeño de dar fruta a los bebés.
https://www.mysweetmuffin.com/item/Race-Car-Baby-Spoon-from-Germany/445/c27
http://www.lovethesign.es/productos/ninos/juegos/cuchara-barco
http://regalopedia.es/regalos-originales/cuchara-infantil-con-forma-de-avion
Desde el acoso por tierra (coche-cuchara), mar (barco-cuchara) y aire (avión-cuchara), a la recurrente adición de una (o varias) cucharaditas de harina azucarada o galleta maría (o la que el fabricante "especializado en comida infantil" ha "diseñado" para tu lindo bebé), son estrategias conocidas para intentar darle la famosa y tradicional papilla de 4 frutas (siempre las mismas: pera, manzana, plátano y naranja) finamente trituradas; afortunadamente ya no está tan de moda...y si en tu centro de salud te han dado una hojita que dice que le "introduzcas" la fruta así, puedes ponerla en el cubo de reciclaje de papel). Por cierto, el verbo introducir es adecuado para los supositorios, no para la comida: la comida se ofrece -y puede ser o no aceptada- pero no se introduce (algunas madres dicen: le engaño jugando...y así le meto la cuchara... ).
Pero...si la fruta es tan necesaria, buena, saludable, vitamínica y chupiguay, ¿por qué hay algunos bebés que quieren llevar la contraria y cierran la boca cuando observan que viene "algo" de color y olor indeterminado y estructura más bien amorfa? Pues porque los bebés no son tontos (aunque aún no sepan qué es eso de Media Markt) y saben que la fruta, aunque tiene vitaminas, también lleva mucha agua, nada de grasa (es muy importante el primer año de vida) y menos calorías que la leche de su madre, además de llenar sus estomaguitos de algo (fibra) que en el futuro será muy útil pero ahora solo sirve para ocupar un sitio que no es demasiado grande, y que impedirá la entrada de lo que verdaderamente importa: la leche de su mami (o leche adaptada si no ha tenido la suerte de recibir lactancia materna).
Por todos estos motivos, la mayoría de entidades profesionales y sociedades científicas, aconsejan que hasta los 6 meses, no se sustituya ninguna toma de leche por fruta, verdura u otro tipo de alimentos, porque su composición nutricional y su valor energético es claramente inferior a la ingesta de una toma de leche.
Con todo esto lo que quiero expresar es que endulzar con azúcar, galletas, o harinas de bebé (todas llevan azúcar aunque digan que no y os lo explica aquí Julio Basulto) no merece la pena, porque la fruta no es, de momento, una prioridad en la alimentación de un bebé. Sí, lo habéis entendido bien, la fruta no es un asunto de vida o muerte, cuando hablamos de la alimentación de un lactante de menos de 8-11 meses de vida. Eso no quiere decir que no se le pueda ofrecer a partir de los 6 meses y que pueda tomarla de manera diaria si así lo decide él mismo; ya hablé del famoso Baby-Led-Weaning en Eroski Consumer, además de invitaros a apuntaros a un taller de 4 horas que el Dietista-Nutricionista Julio Basulto suele impartir cada año sobre el tema, tanto en vivo como en streaming.
He visto también (además de naves ardiendo más allá de Orion, como expresa el replicante Roy, en Blade Runner) niños de 4 y 6 años que siguen comiendo diariamente potitos industriales de fruta (con contenidos terribles de azúcar añadido) desde los 4 meses de vida, creyendo la familia que estaban haciendo lo mejor para su vástago. Lo repito: no compensa comer fruta de esa manera. Si los padres y los hermanos mayores y los tíos y vecinos y los compañeros de guardería -o de cole- comen también fruta, al final, el niño los imitará y acabará comiendo fruta.
Toda esto os lo digo para reforzar las ideas expresadas en otro artículo que acabará de despejar todas las dudas que aún puedan quedar sobre el tema. Ahí va el enlace:
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/2017/01/11/224812.php
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