Niña de 4 años ahogada en actividad escolar
No me hubiera gustado tener que escribir este artículo, pero lo tengo que hacer por ser padre y pediatra, y porque creo que puede contribuir a evitar futuras muertes por ahogamiento de niños en el agua.
Todos sabéis ya que hace 2 días murió una niña de 4 años en una piscina municipal en Ripoll. Sus padres no estaban con ella porque era un día habitual de colegio y este había programado una actividad en la piscina municipal para que la clase a la que pertenecía la niña aprendiera a nadar.
Los periódicos afirman que la relación de cuidadores y monitores era la legal. También podemos escuchar unas declaraciones del alcalde de Ripoll en las que expresa que "todos somos humanos y estas circunstancias a veces pasan", como queriendo decir que fue un accidente y exculpar la clara negligencia que existió en uno, varios o todos los cuidadores/monitores implicados.
Faltan datos aún ya que hay iniciada una investigación, pero quiero escribir varias reflexiones al respecto:
1) El 86 % de niños (menores de 5 años) muertos ahogados en agua sucede en piscinas domésticas o de comunidades privadas; es decir, se producen en presencia de sus padres o familiares. Constituye la segunda causa de muerte infantil en Europa. En España, mueren por ahogamiento cada año de 20 a 30 niños.
2) La Asociación Española de Pediatría recomienda encarecidamente que los niños, en un entorno acuático, deben estar bajo la estrecha supervisión de adultos: se entiende por vigilancia activa, cuando la distancia al menor es inferior a la longitud del brazo del cuidador, es decir, el niño debe de estar siempre al alcance del cuidador. Es sencillo deducir que en la práctica, para una eficaz prevención, la relación de cuidador/niño, en el agua, debe de ser de 1 a 1, sobre todo en niños pequeños. En este documento de la AEP hay un capítulo entero dedicado a la prevención de los ahogamientos en niños en las páginas 56-61.
3) Los accidentes de este tipo son rápidos y silenciosos, y se producen en menos de 5 minutos, por lo que no se puede perder de vista ni un minuto a los niños pequeños mientras están en el agua.
4) Si sumamos los 5 profesores y los 4 monitores hacen un total de 9 personas responsables de los 27 niños que estaban en la actividad acuática. Si dividimos 27 entre 9, sale una relación de 3 niños por cuidador. En principio, no parece, una relación peligrosa y sería fácil de cumplir su misión con eficacia, pero en tierra: si hablamos de actividad acuática y, teniendo en cuenta, como hemos dicho antes, que el 86 % de los niños menores de 5 años que mueren en el agua, sucede delante o "cerca" de sus padres, y teniendo en cuenta que en este caso la relación suele ser: 2 adultos por un niño, o un adulto por un niño o dos (no suele haber en la actualidad muchas familias con 3 niños pequeños), está muy claro que también es insuficiente la relación de 1 cuidador para 3 niños que "pululan" en el agua. Existe una norma que se denomina 10/20: mirar la piscina cada 10 segundos y llegar a ella en menos de 20, además de lo comentado en el punto 2.
¿Tenía cada cuidador/monitor asignados los 3 niños que debía mirar de manera atenta cada 10 segundos? ¿O se hacía un poco a "ojo"? ¿O tenía cada monitor asignada una zona, sin que constara el número de niños que debía de controlar?
Como pediatra que ha tenido que reanimar niños ahogados varias veces en mi vida profesional (afortunadamente con éxito), he de afirmar que pienso que en la etapa preescolar no se deberían de realizar cursillos de natación, dentro de las actividades escolares. Si se ahogan delante de sus padres o familiares, porque sucede en segundos, cómo no va a haber accidentes con tantos niños juntos aunque haya una relación de 3 cuidadores por cada niño.
Este suceso es muy desgraciado, porque no solo se ahogó una niña sin que nadie de los presentes se enterara, sino que no se percataron de que faltaba hasta que no estuvieron en el vestuario, de donde se deduce que fallaron todos los sistemas de supervisión y se perdió un tiempo que podía haber sido vital para la reanimación. Si estaban los niños asignados de 3 en 3, como he dicho antes, a un profesional, tenemos un solo culpable. Si no había una asignación personal y la actividad se realizó con más voluntad que profesionalidad, la responsabilidad será múltiple, pero lo que está muy, muy claro, es que ha habido negligencia. Y digo muy claro, porque parece, por lo que he ido leyendo y viendo en informativos, que al cumplir la legislación y estar 9 personas implicadas, la responsabilidad parece diluirse y se está atribuyendo el suceso a la fatalidad y a la mala suerte. No es así y espero que en los próximos días se estudien bien los hechos y se determine la responsabilidad inherente.
Mi consejo particular: Por debajo de los 6 años, no debería de haber actividades escolares relacionadas con la natación sea en piscina o en el mar. Es demasiada responsabilidad para personas que no son los padres, y, vuelvo a insistir, son segundos los que separan la vida de la muerte. Hace unos veranos, en la playa de San Feliu de Guíxols, en unas colonias de verano tuvo lugar un caso similar en la playa pero afortunadamente se actuó a tiempo y no hubo que lamentar ninguna vida.
Desde aquí ofrezco mi apoyo a los padres de la niña que estarán desolados. Ójala que nunca tengamos que hablar de un suceso similar.
Si queréis más información sobre el tema os aconsejo leer esta web de la OMS en la que hay acceso a informes en castellano sobre el tema del ahogamiento:
Tenéis más información en este artículo de la conocida pediatra Lucía Galán:
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